3/9/08

No me despiertes cuando vengas, y no me hables al oído. Ya no me sirven tus palabras. Apagué el sueño, demasiado temprano. Dejé una carta en la mesa, con muy poca lucidez, pero el amor no se olvida, toda mi vida, rendida a tus pies.
Hay momentos, que no recuerdo nada, hay momentos, que no puedo olvidar. Hay momentos, que por las madrugadas, me despierto y empiezo a temblar.
Cinco segundos de gracia, y mil horas sin razón. Sequé mis lágimas en espejos fríos y soy la sombra de ayer.
Hay momentos, que no recuerdo nada, hay momentos, que no puedo olvidar. Hay momentos, que por las madrugadas, me despierto y empiezo a temblar.
No me despiertes cuando vengas, y no me hables al oído, ya no me sirven tus palabras,
apagué el sueño demasiado temprano ..

No hay comentarios: